viernes, 21 de septiembre de 2018

CIUDADANIA DIGITAL. Laro Lamtzev y Chiaro Beiguel.

ciudadanía digital NUEVA ZELANDA

cantidad de usuarios que tienen acceso a Internet: 4 162 209
porcentaje de población: 96,8%
Esta estadística se produjo en 2015 y hasta el momento no se produjo otra.
Las principales redes que la gente usa son Vodafone, 2degrees y Telecom.
Internet en Nueva Zelanda: Entró más atrasada que en otros países, pues muchos no tenían ordenador en casa hasta 1995. Después de ese año hubo una mejora sensible en el precio de la conexión marcada y la cosa mejoró. Aún así la Broadband (banda ancha de conexión rápida) sólo entró más accesible por el año 2000, y de allá para acá viene siendo abaratada cada año que pasa. Hoy el coste está en la franja de U$S 26,05 por mes, con derecho a e-mail y 1 Gigabytes de download por mes. Existen decenas de proveedores, cada cual con precios y condiciones diferentes. En la calle, hay muchos Internet cafés que ofrecen algo como U$S 1,34 para 15 minutos y los estudiantes normalmente tiene acceso gratis en las escuelas.
En Nueva Zelanda hay dos servidores: VPN y Proxy.
Con respecto a las leyes vigentes en Nueva Zelanda con respecto al uso de Internet no hay nada especifico en google, pero si buscas esto en ingles, te aparece una pagina que se llama "Internet NZ" en la que aparece múltiple información sobre el uso de Internet, pero nada especifico con respecto a las leyes vigentes que hay en el país. 
e-business: En Nueva Zelanda, el e-business esta vigente y Este curso en línea te introduce en las tecnologías que cambian rápidamente e impulsan cambios fundamentales en la forma en que las empresas interactúan con sus clientes, socios comerciales y el gobierno. Usaras una gama de herramientas de software para crear soluciones de tecnología de la información para sistemas comerciales.
e-commerce: En nueva Zelanda, e-commerce esta vigente, este curso en línea lo introducirá en las tecnologías que cambian rápidamente e impulsan cambios fundamentales en la forma en que las empresas interactúan con sus clientes, socios comerciales y el gobierno. Utilizará una gama de herramientas de software para crear soluciones de tecnología de la información para sistemas comerciales. 
e-learning: En Nueva Zelanda, existen 6 empresas que se dedican a e-learning y son las siguientes: 
Learning Works: Se enfoca en proporcionar a las organizaciones soluciones de aprendizaje y capacitación. Sus servicios incluyen diseño, desarrollo, diseño instruccional, capacitación y consultoría. Los trabajos de aprendizaje también ofrecen soluciones de hosting y móviles además de su contenido de e-learning.
Seraph eLearning: ofrece capacitación en línea personalizada, desarrollo de contenido de aprendizaje y cursos para organizaciones de salud, educación, corporativas y gubernamentales.
Catalyst IT: ayuda a implementar y soportar software de código abierto como Moodle, Mahara, Drupal y Koha. Estas aplicaciones de software pueden ayudar a una empresa o establecimiento educativo a operar su propia plataforma de e-learning.
Webanywhere elearning Services New Zealand:  ofrece soluciones web y de aprendizaje en línea para empresas, educación, obras de caridad y el sector público.
Streamliners: son revendedores autorizados con base en Nueva Zelanda del paquete Outstart de productos de e-learning. Esto incluye Evolution Learner Manager, que es un sistema de Gestión de Aprendizaje que tiene como objetivo gestionar la administración de los procesos de aprendizaje y capacitación. Streamliners también proporciona un servicio para el desarrollo de cursos de capacitación basados ​​en computadora.
TalkTactics OnDemand: desde 2001, ha estado proporcionando soluciones de e-learning a corporaciones en toda Nueva Zelanda. Ofrecen capacitación y evaluaciones a una variedad de compañías diferentes. TalkTactics OnDemand LMS ofrece a sus clientes una solución de capacitación en línea.

CRIPTOMONEDA (BITCOIN): El Banco de la Reserva considera las criptomonedas como una “vulnerabilidad” y considera la criptomoneda como un sistema de pago en lugar de una moneda.
Descarga per-capita de criptomonedas en Nueva Zelanda: 14.375

ciudadania digital. Chiaro Beiguel y Laro Lamtzev.

ciudadanía digital NUEVA ZELANDA

cantidad de usuarios que tienen acceso a Internet: 4 162 209
porcentaje de población: 96,8%
Esta estadística se produjo en 2015 y hasta el momento no se produjo otra.
Las principales redes que la gente usa son Vodafone, 2degrees y Telecom.
Internet en Nueva Zelanda: Entró más atrasada que en otros países, pues muchos no tenían ordenador en casa hasta 1995. Después de ese año hubo una mejora sensible en el precio de la conexión marcada y la cosa mejoró. Aún así la Broadband (banda ancha de conexión rápida) sólo entró más accesible por el año 2000, y de allá para acá viene siendo abaratada cada año que pasa. Hoy el coste está en la franja de U$S 26,05 por mes, con derecho a e-mail y 1 Gigabytes de download por mes. Existen decenas de proveedores, cada cual con precios y condiciones diferentes. En la calle, hay muchos Internet cafés que ofrecen algo como U$S 1,34 para 15 minutos y los estudiantes normalmente tiene acceso gratis en las escuelas.
En Nueva Zelanda hay dos servidores: VPN y Proxy.
Con respecto a las leyes vigentes en Nueva Zelanda con respecto al uso de Internet no hay nada especifico en google, pero si buscas esto en ingles, te aparece una pagina que se llama "Internet NZ" en la que aparece múltiple información sobre el uso de Internet, pero nada especifico con respecto a las leyes vigentes que hay en el país. 
e-business: En Nueva Zelanda, el e-business esta vigente y Este curso en línea te introduce en las tecnologías que cambian rápidamente e impulsan cambios fundamentales en la forma en que las empresas interactúan con sus clientes, socios comerciales y el gobierno. Usaras una gama de herramientas de software para crear soluciones de tecnología de la información para sistemas comerciales.
e-commerce: En nueva Zelanda, e-commerce esta vigente, este curso en línea lo introducirá en las tecnologías que cambian rápidamente e impulsan cambios fundamentales en la forma en que las empresas interactúan con sus clientes, socios comerciales y el gobierno. Utilizará una gama de herramientas de software para crear soluciones de tecnología de la información para sistemas comerciales. 
e-learning: En Nueva Zelanda, existen 6 empresas que se dedican a e-learning y son las siguientes: 
Learning Works: Se enfoca en proporcionar a las organizaciones soluciones de aprendizaje y capacitación. Sus servicios incluyen diseño, desarrollo, diseño instruccional, capacitación y consultoría. Los trabajos de aprendizaje también ofrecen soluciones de hosting y móviles además de su contenido de e-learning.
Seraph eLearning: ofrece capacitación en línea personalizada, desarrollo de contenido de aprendizaje y cursos para organizaciones de salud, educación, corporativas y gubernamentales.
Catalyst IT: ayuda a implementar y soportar software de código abierto como Moodle, Mahara, Drupal y Koha. Estas aplicaciones de software pueden ayudar a una empresa o establecimiento educativo a operar su propia plataforma de e-learning.
Webanywhere elearning Services New Zealand:  ofrece soluciones web y de aprendizaje en línea para empresas, educación, obras de caridad y el sector público.
Streamliners: son revendedores autorizados con base en Nueva Zelanda del paquete Outstart de productos de e-learning. Esto incluye Evolution Learner Manager, que es un sistema de Gestión de Aprendizaje que tiene como objetivo gestionar la administración de los procesos de aprendizaje y capacitación. Streamliners también proporciona un servicio para el desarrollo de cursos de capacitación basados ​​en computadora.
TalkTactics OnDemand: desde 2001, ha estado proporcionando soluciones de e-learning a corporaciones en toda Nueva Zelanda. Ofrecen capacitación y evaluaciones a una variedad de compañías diferentes. TalkTactics OnDemand LMS ofrece a sus clientes una solución de capacitación en línea.

CRIPTOMONEDA (BITCOIN): El Banco de la Reserva considera las criptomonedas como una “vulnerabilidad” y considera la criptomoneda como un sistema de pago en lugar de una moneda.
Descarga per-capita de criptomonedas en Nueva Zelanda: 14.375



























viernes, 14 de septiembre de 2018

Ciudadania digital Venezuela

integrantes: riat, santino y ochandorena, octavio




                       Acceso a Internet
Aunque desde el año 2007 es posible documentar violaciones del derecho al libre acceso a Internet en Venezuela, a partir del año 2011 se comenzó a reportar de forma sistemática la existencia de políticas gubernamentales dirigidas al control de la infraestructura de telecomunicaciones y del flujo de información digital, así como las acciones de violencia física y técnica en contra de periodistas y ciudadanos que se valen de medios digitales y redes sociales para comunicarse (Freedom of The Net Reports, 2011-2017). Estos hechos, es preciso subrayar, no han ocurrido en el vacío ni al azar. Por el contrario, han sido instrumentados de manera progresiva, al mismo tiempo que el Estado dejó de ser democrático -definido así en la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela (CNRBV)-, avanzó a lo que en un momento fue definido como Socialismo del Siglo XXI y luego comenzó a ser caracterizado como un régimen autoritario (The Economist, 2017). Durante ese mismo lapso, los efectos de las políticas económicas implementadas por el gobierno, aunados a la baja de los ingresos de la industria petrolera, trajeron además como consecuencia un deterioro del estándar de vida de los ciudadanos, descontento social y acciones de protesta. La conflictividad política, que se evidenció claramente en el año 2002 con el golpe de Estado en contra del entonces presidente Hugo Chávez, no ha cesado durante el periodo que estudiamos, y tuvo picos notables en los años 2014 y 2017, bajo la presidencia de Nicolás Maduro. Durante las elecciones presidenciales del 14 de abril del año 2013, en las que este se adjudicó el triunfo por un mínimo margen de votos, el acceso a Internet a través de la estatal Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (CANTV), el principal proveedor de telecomunicaciones del país, fue bloqueado. De acuerdo con datos provenientes de diversas fuentes, entre las que se incluyen las del Observatorio Estadístico de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL), la inversión en telecomunicaciones en Venezuela ha experimentado altos y bajos y, en los últimos años, una sensible reducción en términos reales. Varios años de desinversión, estrictos controles de las tarifas, un control cambiario que impide a las compañías de telecomunicaciones llevar a cabo adquisiciones esenciales para el mantenimiento mínimo de la infraestructura -y que ha detenido los procesos de renovación tecnológica de todo el sector a partir del año 2014 -junto con un fuerte monopolio estatal en áreas clave, son las causas frecuentemente citadas para explicar el declive de las telecomunicaciones. Entre otros indicadores, el deterioro de la infraestructura de telecomunicaciones en Venezuela se evidencia en la baja velocidad promedio de conexión a Internet, calificada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) como la más lenta de América Latina (CEPAL, 2016). Según el Índice de Desarrollo de las Tecnologías de Información y 8 Comunicación (TIC) de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), en apenas un periodo, del 2016 al 2017, Venezuela bajó cuatro escaños. De un modo más eficaz -aunque menos evidente -que el control de contenidos, en Venezuela el deterioro progresivo de la industria de las telecomunicaciones, que restringe de manera muy directa el acceso a Internet, parece resultar una estrategia muy conveniente para el logro de la hegemonía comunicacional del gobierno. Debido a las quejas que constantemente expresan los usuarios sobre los largos periodos de desconexión que sufren, así como también por las bajas velocidades de conexión, a pesar de que los niveles de penetración de Internet parecen ser auspiciosos, al menos tomando en cuenta las cifras oficiales, existen dudas razonables sobre el acceso real ofrecido por los proveedores. Sumado a ello debe destacarse la acentuada brecha digital que existe en el país, más marcada en ciudades pequeñas y áreas rurales, como consecuencia de la falta de nuevas inversiones y de la no implementación de nuevas tecnologías. Sostenemos que el deterioro de la industria de las telecomunicaciones es un mecanismo más efectivo -y engañoso -de controlar las comunicaciones que los controles de Internet de primera y segunda generación, y que esto no es una coincidencia, sino que se deriva de una política gubernamental dirigida a “eliminar o reducir a niveles no vitales el relacionamiento económico y tecnológico de nuestro país con los centros imperiales de dominación”, tal como se declara en el Plan de la Patria (2013). En este estudio mostramos evidencias de estos hechos y describimos este complejo fenómeno tomando en consideración el contexto histórico, político y social de los últimos dieciocho años. Si bien los datos no permiten mostrar relaciones de causalidad -entre otras razones por la dificultad de acceder a ellos debido a la opacidad gubernamental-, el análisis de un conjunto de indicadores (las inversiones hechas en el sector de las telecomunicaciones, las cifras de penetración y de calidad del acceso a Internet, así como los cambios en el marco legal de las telecomunicaciones) nos permiten dibujar el camino seguido por el gobierno para procurar menoscabar la infraestructura de las telecomunicaciones en Venezuela y restringir el acceso a Internet.
  

                                      
                                      Políticas de Internet

Aunque desde el año 2007 es posible documentar violaciones del derecho al libre acceso
a Internet en Venezuela, a partir del año 2011 se comenzó a reportar de forma sistemática
la existencia de políticas gubernamentales dirigidas al control de la infraestructura de
telecomunicaciones y del flujo de información digital, así como las acciones de violencia
física y técnica en contra de periodistas y ciudadanos que se valen de medios digitales y redes
sociales para comunicarse (Freedom of The Net Reports, 2011-2017).
Estos hechos, es preciso subrayar, no han ocurrido en el vacío ni al azar. Por el contrario, han sido
instrumentados de manera progresiva, al mismo tiempo que el Estado dejó de ser democrático
-definido así en la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela (CNRBV)-,
avanzó a lo que en un momento fue definido como Socialismo del Siglo XXI y luego comenzó
a ser caracterizado como un régimen autoritario (The Economist, 2017).
Durante ese mismo lapso, los efectos de las políticas económicas implementadas por el
gobierno, aunados a la baja de los ingresos de la industria petrolera, trajeron además como
consecuencia un deterioro del estándar de vida de los ciudadanos, descontento social y
acciones de protesta.
La conflictividad política, que se evidenció claramente en el año 2002 con el golpe de Estado
en contra del entonces presidente Hugo Chávez, no ha cesado durante el periodo que
estudiamos, y tuvo picos notables en los años 2014 y 2017, bajo la presidencia de Nicolás
Maduro. Durante las elecciones presidenciales del 14 de abril del año 2013, en las que este se
adjudicó el triunfo por un mínimo margen de votos, el acceso a Internet a través de la estatal
Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (CANTV), el principal proveedor de
telecomunicaciones del país, fue bloqueado.
De acuerdo con datos provenientes de diversas fuentes, entre las que se incluyen las del
Observatorio Estadístico de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL),
la inversión en telecomunicaciones en Venezuela ha experimentado altos y bajos y, en los
últimos años, una sensible reducción en términos reales.
Varios años de desinversión, estrictos controles de las tarifas, un control cambiario que
impide a las compañías de telecomunicaciones llevar a cabo adquisiciones esenciales para el
mantenimiento mínimo de la infraestructura -y que ha detenido los procesos de renovación
tecnológica de todo el sector a partir del año 2014 -junto con un fuerte monopolio
estatal en áreas clave, son las causas frecuentemente citadas para explicar el declive de las
telecomunicaciones.
Entre otros indicadores, el deterioro de la infraestructura de telecomunicaciones en Venezuela
se evidencia en la baja velocidad promedio de conexión a Internet, calificada por la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) como la más lenta de América
Latina (CEPAL, 2016). Según el Índice de Desarrollo de las Tecnologías de Información y 
8
Comunicación (TIC) de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), en apenas un
periodo, del 2016 al 2017, Venezuela bajó cuatro escaños.
De un modo más eficaz -aunque menos evidente -que el control de contenidos, en Venezuela
el deterioro progresivo de la industria de las telecomunicaciones, que restringe de manera
muy directa el acceso a Internet, parece resultar una estrategia muy conveniente para el logro
de la hegemonía comunicacional del gobierno.
Debido a las quejas que constantemente expresan los usuarios sobre los largos periodos de
desconexión que sufren, así como también por las bajas velocidades de conexión, a pesar
de que los niveles de penetración de Internet parecen ser auspiciosos, al menos tomando
en cuenta las cifras oficiales, existen dudas razonables sobre el acceso real ofrecido por los
proveedores. Sumado a ello debe destacarse la acentuada brecha digital que existe en el país,
más marcada en ciudades pequeñas y áreas rurales, como consecuencia de la falta de nuevas
inversiones y de la no implementación de nuevas tecnologías.
Sostenemos que el deterioro de la industria de las telecomunicaciones es un mecanismo
más efectivo -y engañoso -de controlar las comunicaciones que los controles de Internet de
primera y segunda generación, y que esto no es una coincidencia, sino que se deriva de una
política gubernamental dirigida a “eliminar o reducir a niveles no vitales el relacionamiento
económico y tecnológico de nuestro país con los centros imperiales de dominación”, tal como
se declara en el Plan de la Patria (2013).
En este estudio mostramos evidencias de estos hechos y describimos este complejo fenómeno
tomando en consideración el contexto histórico, político y social de los últimos dieciocho
años. Si bien los datos no permiten mostrar relaciones de causalidad -entre otras razones
por la dificultad de acceder a ellos debido a la opacidad gubernamental-, el análisis de un
conjunto de indicadores (las inversiones hechas en el sector de las telecomunicaciones, las
cifras de penetración y de calidad del acceso a Internet, así como los cambios en el marco
legal de las telecomunicaciones) nos permiten dibujar el camino seguido por el gobierno para
procurar menoscabar la infraestructura de las telecomunicaciones en Venezuela y restringir
el acceso a Internet.


               Porcentaje de la población que                                      usa Internet

10.0 millones de personas en Venezuela cuentan con acceso a Internet   habiendo disminuido presuntamente solo 318.000 personas en el ultimo año.




            QUIEN LOS PROVEE DE                                             INTERNET
 Lo cierto es que CANTV es responsable del Internet en Venezuela, si! ese lento servicio que no importa de qué proveedor contratemos no mejorara. Como gamers o consumidores de Internet ya sea por ocio o porque trabajas como freelancer, nos toca adaptarnos y saber algunos datos que le dejo sobre el Internet en Venezuela y su funcionamiento

Nos hemos acostumbrados a tener quizás el internet más lento de latino América: Estudios indican que en los últimos años se ha duplicado el consumo de internet en América Lantina y el Caribe, en cuanto a servicio no hay país de la nuestra región que cuente con menos del 5% de conexiones con velocidad por encima de 15Mbps, pero tengamos en cuenta que los países desarrollados  ese porcentaje se eleva a más de un 50%. EL promedio de velocidad es 4,7 Mbps, para Venezuela con menos de 1,9 Mbps y Chile con la mayor velocidad de 7,3 Mbps, esto afecta en gran medida y no solo a los gamers si no al proceso productivo y la economía de muchos.  En países como Noruega o Corea del Sur se conecta por más de 15 Mbps



jueves, 13 de septiembre de 2018

Internet en Turquía

integrantes: francisco macaya y santiago poletti
estadisticas:    
 cantidad de usuarios que usan Internet  en turquia: 52382850
porcentaje de población que usa el Internet en Turquía :  64,7%

Proveedores de Internet


Conexiones a Internet son siempre bien por Türk Telekom o por empresas privadas mediante sus líneas. Las conexiones son siempre bien a través de líneas telefónicas o líneas de televisión por cable. Hay una serie de proveedores privados de Internet con diversos servicios de Internet los paquetes que varían en duración y precios. Puede elegir entre 1, 3, 6 o 12 meses y el precio oscila entre 10 dólares de los EE.UU. y 20/mes para uso ilimitado. Clave de los proveedores privados son: 

   
      Las conexiones a Internet son hechas por Türk Telekom o por compañías privadas que utilizan las líneas de comunicación de Turk Telekom. Las direcciones de las empresas que brindan servicios y accesorios de Internet que puede necesitar para su uso diario en el hogar o en la oficina se pueden encontrar en nuestras páginas amarillas. Todo lo que necesita hacer es descargar el programa que le proporcionaron esas compañías y conectar su computadora a una línea telefónica. En este caso, pagaría una tarifa preestablecida a la compañía que le proporciona su paquete de Internet y también tendrá que pagar una factura mensual que refleje los cargos en su línea telefónica. Para un uso amplio necesitará comprar un módem (el proveedor de Internet lo recomendará) y solicitar una línea de datos de Türk Telekom. La mayoría de las compañías harán esta solicitud en su nombre. En este caso, pagará el precio de un módem,
Los servicios de conexión a Internet de Türk Telekom se proporcionan a través de líneas telefónicas o líneas de televisión por cable. Para las conexiones de la línea telefónica, simplemente debe pasar por una oficina de Türk Telekom en su distrito y firmar un acuerdo que establezca que pagará una tarifa mensual o anual. Determinará un nombre de usuario, una contraseña y una dirección de correo electrónico. Como se trata de una nueva aplicación, pasará un tiempo antes de que pueda utilizar su nueva dirección de correo electrónico, sin embargo, no hay problemas para acceder a sus direcciones de correo electrónico Hotmail o Yanoo. Para completar satisfactoriamente todos los procedimientos, necesitará una identificación, una dirección y un número de teléfono fijo. Debería tomar alrededor de 40 minutos y puede requerir vagar entre 4 o 5 funcionarios, dentro del edificio Türk Telekom. Al día siguiente, en Latest, puede instalar y usar su conexión a Internet.
La conexión a Internet a través de una red de televisión por cable (que no está disponible en todos los distritos) proporciona una velocidad de conexión más rápida y tiene la ventaja adicional de no tener ocupada su línea telefónica cuando está conectado a Internet. Primero, tendrá que comprar un módem, que podría costar alrededor de US $ 270 (IVA incluido). Luego, pagará un cargo de instalación, aproximadamente 22.000.000 TL y una tarifa mensual de 50.000.000 TL (pueden aplicarse nuevas tarifas). Esta conexión electrónica de televisión por cable es proporcionada por las empresas con las que Türk Telekom tiene acuerdos y estas empresas operan en diferentes distritos en Estambul. En los distritos sin red de cable, Türk Telekom brindará servicio a través de líneas de módem                                                                                                       

                                             e - commerce                                                                                                                                                                                                                                                                     El e-commerce o comercio electrónico es un método de compraventa de bienes, productos o servicios valiéndose de internet como medio, es decir, comerciar de manera online.                                                                                                                                                                                                                         Turquía apunta a crecer entre un -35%  sus ingresos en ecommerce hasta facturar más de 10.000 millones de euros a finales de este año, según ETID, la asociación turca de ecommerce. las compras online han experimentado un crecimiento constante, lo que supondrá que el comercio electrónico será una parte inseparable de la vida del consumidor.
Actualmente, el ecommerce representa el 3,5%  de toda la facturación total de retail del país y esta acelerandose cada vez mas.
La industria turca de ecommerce dispone de casi 200.000 personas trabajando en diversas áreas, como marketing digital, TIC y logística.                                                                                                                                                                                             e - businees                                                                                                                                           El e-business consiste en introducir tecnologías de la comunicación para realizar las actividades de un negocio. Es un conjunto de nuevas tecnologías y nuevas estrategias de negocio para desarrollar estos negocios en línea.
                                                                                                                                      e- learning                                              a aquella en la que los docentes y estudiantes participan en un entorno digital a través de las nuevas tecnologías y de las redes de computadoras, haciendo uso intensivo de las facilidades que proporciona Internet y las tecnologías 
se utilizo el proyecto 1: 1 para instalar e-learning en turquia
El proyecto está patrocinado por el Centro de Investigación y Desarrollo del Gobierno Electrónico (EDMER) de Turquía Middle East Technical University (METU), con el apoyo del Programa Intel World Ahead, SMART Tecnologías y otros contribuyentes. En un proyecto en curso que comenzó en abril de 2007, el equipo de EDMER creó un entorno de eLearning 1: 1 para 70 estudiantes de cuarto y quinto grado en una escuela primaria pública en Ankara. Guiados por maestros que recibieron capacitación a través del programa Intel® Teach, los estudiantes utilizaron: • PC classmate con procesador Intel • Pizarras digitales interactivas SMART Board ™ y administración del aula SynchronEyes ™ software de SMART Technologies • Conexiones inalámbricas • Recursos curriculares localizados Una segunda fase amplió el proyecto a 16 aulas adicionales en tres escuelas más para tres meses. En total, el proyecto abarcó a 1,165 estudiantes y 26 maestros en 18 cuartos y salones de quinto grado. Classmate PC para ambas escuelas fue donada por Intel a través de ICT para Programa educativo. Las evaluaciones realizadas por profesionales de la educación y la tecnología indican resultados prometedores. Los estudiantes y los maestros están más comprometidos y entusiasmados. Los puntajes de las pruebas están aumentando, y los estudiantes están desarrollando las habilidades necesarias para el éxito en la economía global de hoy. Los padres están ansiosos por ver el el programa continuó y se expandió. El proyecto EDMER muestra el valor de 1: 1 eLearning para niños pequeños y brinda lecciones prácticas para guiar los esfuerzos futuros. El proyecto destaca la importancia de los enfoques integrales que combinar dispositivos de aprendizaje móvil aptos para niños con acceso inalámbrico a Internet, contenido localmente relevante, 
y maestros que son expertos en el uso de la tecnología para mejorar la enseñanza y el aprendizajeigitales.

  Como parte de estos esfuerzos, Turquía ha establecido las TIC básicas y
Conectividad a Internet en sus escuelas, y se mueve a lo largo de la continuo de eLearning hacia eLearning en el aula y 1: 1 Entornos de aprendizaje electrónico. Al avanzar hacia 1: 1 eLearning, el Ministerio de Educación Nacional de Turquía (MoNE) tiene como objetivo ayudar Turquía logra importantes objetivos nacionales y educativos tales como: • Establecer una sociedad de la información y economía del conocimiento • Crear una sociedad competitiva usando las habilidades del siglo XXI para mejorar a Turquía al nivel de mercados completamente maduros • Evolución de "adquisición de conocimiento" a "creación de conocimiento" • Reducir la brecha digital • Proporcionar oportunidades educativas iguales a las escuelas ubicadas en diferentes condiciones geográficas y socioeconómicas • Apoyo a la conexión y la creación de redes entre las escuelas en Turquía y otros países • Mejorando las calificaciones de los estudiantes y las tasas de graduación • Aumentar la motivación y la productividad de los docentes 
• Aumento de la eficiencia administrativa, con el consiguiente ahorro de eseñanza a través de la educación en línea                                                                                                                                problemas con el internet
   Los problemas con internet en Turquía comenzaron en 2007 con un absurdo duelo online entre nacionalistas turcos y griegos. Los primeros decían que el fundador de la moderna República de Turquía, Mustafa Kemal Atatürk, era homosexual, y los vecinos respondían: “No. Venizelos más”. Y así hasta que los medios se hicieron eco de la guerra virtual –que se libraba a través de YouTube-, lo que motivó que miles de ciudadanos turcos enviaran cartas de protesta a la empresa. Los jueces de Turquía terminaron por decretar el bloqueo no solo de los polémicos vídeos sino de toda la plataforma digital, alegando que se estaba insultando a “la identidad turca”. Algo así como matar una mosca a cañonazos.                     Lo peor es que los usuarios turcos le cogieron el gusto a eso de plantear demandas contra todo aquello que les resultara ofensivo. Y los jueces respondieron clausurando páginas web: en un espacio de tres años YouTube ha sido cerrado y reabierto en varias ocasiones. Lo mismo ha sucedido con plataformas de blogs como Blogger y Wordpress y varias herramientas de Google.                                                                                                                                                          Cuando se produjo la polémica guerra de los vídeos entraba en vigor una nueva legislación sobre internet que permitía a la Autoridad de Telecomunicaciones (TIB, por sus siglas en turco) decretar el bloqueo de una determinada web si esta alojaba contenido delictivo como pornografía infantil o material protegido por copyright, sin necesidad de una orden judicial. En principio esta Autoridad debería ser independiente, pero en la práctica está férreamente controlada por el gobierno del partido islamista AKP, que desde hace 12 años gobierna en Turquía y ha logrado imponer su conservadora visión social.                                             Estos poderes y los supuestos en los que TIB puede hacer uso de la ley se han ido ampliando en los últimos años, especialmente desde la protesta de Gezi en junio de 2013, en la que las redes sociales jugaron un papel imprescindible; y la filtración a inicios de 2014 de supuestas conversaciones de miembros del Ejecutivo que demostrarían casos de corrupción. Las enmiendas a la ley hechas durante 2014 justifican los cierres a partir de categorías como “la seguridad nacional”, “amenazas al orden público”, “ofensa a los valores sociales”, “insulto a un funcionario público” o “injurias al presidente”. A lo que se añade la nueva Ley de Seguridad, aprobada este mismo año, que incrementa las penas y cuantía de las multas por violar la ley.       La nueva normativa ha doblado el número de páginas web bloqueadas: de 43.770 al inicio de 2014 se ha pasado a 79.594, según la web Engelliweb. El 93,5 % de estos cierres han sido ordenado por TIB y solo el 3,3 % por sentencia judicial.                                                                  Además de Twitter y YouTube, que periódicamente son bloqueados cuando se comparte información considerada ilegal por el gobierno, otras plataformas como Vimeo, SoundCloud o Issuu han sido restringidas temporalmente para evitar la difusión de contenido considerado "sensible".                                                                                                                                            También están bloqueadas actualmente la página web del semanario satírico francés Charlie Hebdo, la de la asociación de ateos de Turquía o varias de la comunidad LGTB, pese a que ninguna ley turca impide la homosexualidad.                                                                                                                                                 

¿Cómo es el proceso de censura?                                                                                        Cuando TIB decide bloquear el acceso a una web lo notifica a las diversas compañías proveedoras de Internet que tienen un plazo de cuatro horas para ejecutar la medida. Para este organismo resulta fácil controlar el tráfico de la red ya que los proveedores utilizan la infraestructura de Türk Telekom, la antigua compañía pública de telecomunicaciones, hoy parcialmente privatizada pero sobre la que el gobierno mantiene aún bastante control.                                                                                          Tras la orden de bloqueo, TIB debe remitir la denuncia a la justicia en un plazo de 24 horas y esta debe contestarle en otras 48 autorizando la disposición, es decir, el bloqueo. En la mayoría de los casos la respuesta es afirmativa, pero, en 2014, al cabo de varias semanas de bloqueo de YouTube y Twitter, el Tribunal Constitucional decretó que dichos cierres eran una violación de la Carta Magna, lo que no ha sido óbice para posteriores paralizaciones. “Bloquear una web, incluso solo durante dos días, sin una orden judicial, viola el principio de separación de poderes, así como la libertad de información”, sostiene Johann Bihr, de Reporteros Sin Fronteras.                                                         ¿Qué vigila el gobierno?                                                                        La modificación de 2014 a la ley de Internet obliga a los proveedores a almacenar durante dos años todos los datos de navegación de sus usuarios –incluyendo nombre de webs, tiempo en cada una de ellas e identidad de los destinatarios y emisores de correos electrónicos- y a ponerlos a disposición de las autoridades y de TIB en cuanto sea requerido, sin necesidad de órdenes judiciales.            Además, el gobierno ha aventurado la posibilidad de transferir el control de la Autoridad de Telecomunicaciones a los servicios de inteligencia (MIT) –organismo que ya tiene amplios poderes para vigilar Internet sin estar obligado a rendir cuentas ante la justicia-, lo que ha sido muy criticado por las organizaciones de derechos humanos.                                                                                                                                                                                                                                                                         ante todo esto google decidió tomar cartas en el asunto  y empezó negociaciones con el gobierno de Turquía llegando a un acuerdo que fue declarar como ilegal el bloqueo de distintas paginas y portales de Internet porque viola la libertad de expresión y los derechos individuales                                                                                                                                                                                                                                                                                                   

                                                                                                                                      

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Estonia, el primer país digital del mundo

https://elpais.com/elpais/2018/04/05/eps/1522927807_984041.html

REPORTAJE
Una antigua república soviética a orillas del mar Báltico es la sociedad digital más avanzada del planeta. Improbable pero cierto. En el tranvía de camino al trabajo o en la sala de espera del dentista, sus ciudadanos pueden matar el tiempo en Facebook o hacer la compra semanal, pero también renovar su pasaporte, firmar un documento o crear una empresa. Bienvenidos a Estonia, el país que ha puesto la tecnología por bandera.
En el garaje de ambulancias del North Estonia Medical Centre, un hospital público situado en el noroeste de Tallin, Arkadi Popov hace una demostración práctica. En un ipad, abre la aplicación que utiliza el equipo sanitario de urgencias desde 2015. “Si ingresamos el código de identificación del paciente que acabamos de recoger, podemos acceder a su historial, a los números de contacto de sus familiares e incluso al de su médico habitual. Tener este tipo de información de calidad desde el primer momento es vital: evita errores en la toma de decisiones y, evidentemente, salva vidas”, resume Popov, un médico de trato afable que luce la bata blanca de rigor y unas zapatillas de deporte de suelas desgastadas que delatan demasiadas carreras por un servicio que recibe diariamente en torno a 250 personas. Cuando la ambulancia está de camino al hospital, el personal del centro puede ver su recorrido gracias al GPS y así tenerlo todo preparado. “Esa información también es muy valiosa: todo lo que nos ayude a sofocar el caos es clave”.
Estonia, el primer país digital del mundo
Vistas de Tallin, capital estonia, desde las dependencias del Ministerio de Economía y Comunicaciones.
Vistas de Tallin, capital estonia, desde las dependencias del Ministerio de Economía y Comunicaciones. 
Si un paciente llega en estado crítico y necesita una intervención inmediata, la enfermera Rita Beljuskina y el médico anestesiólogo Sergei Kagalo verán su ingreso en el sistema en tiempo real. En la planta de cirugía, una gran pantalla gobierna los 18 quirófanos disponibles. En blanco se ha quedado la pizarra que utilizaban hasta hace cinco años, cuando todo se organizaba a golpe de teléfono y rotulador. Con este sistema electrónico de reserva de quirófanos pionero en Estonia, subraya Kagalo, los cirujanos introducen los datos del paciente, especifican el nivel de urgencia de la operación —código rojo, si necesita ser intervenido de urgencia; amarillo, si puede esperar hasta 2 horas; gris, hasta 24 horas—, el tipo de instrumental y personal necesario, y hasta el tiempo que durará la operación. “Ahora hay menos overbookings, menos esperas y menos cancelaciones. Incluso se han resuelto temas quizás menores, pero ineficientes: antes muchas veces los médicos olvidaban poner en la ficha qué tipo de antibióticos se iban a necesitar. Ahora no puede cerrarse la reserva sin esa información”, explica Beljuskina. Terminada la intervención, los cirujanos se dirigen a una sala de ordenadores donde completan el informe del paciente, que, una vez recibida el alta, se encriptará y pasará a formar parte de su historial médico. En adelante, podrá decidir que el dosier de su paso por el North Estonia Medical Centre sea accesible para otros especialistas que lo traten o, de lo contrario, blindarlo para que nadie pueda verlo. En el sistema estonio, los ciudadanos son los únicos propietarios de sus datos, y cuando, por ejemplo, un juez, un policía o un funcionario de la red de transporte accede a ellos, esa consulta queda registrada. Y si se considera injustificada, el ciudadano puede presentar una denuncia: las intromisiones constituyen un delito.
“¿Por dónde empezamos?”. En 1991, cuando Estoniase independizó de la URSS, esa era la pregunta que acosaba a quienes lideraron la transición. No tenían ni Constitución, ni instituciones democráticas ni un sistema legal. Las infraestructuras estaban obsoletas y en malas condiciones, y el sistema bancario, a años luz del estándar occidental. Estaba casi todo por hacer. Y no disponían de grandes presupuestos para la reconstrucción: la crisis económica noqueó de inmediato al país, que pronto pasó de una relativa prosperidad bajo el paraguas soviético a un escenario de inflación disparada y PIB en declive. “En realidad, nosotros no quisimos crear un Estado digital. Era una cuestión de supervivencia. Enseguida nos dimos cuenta de que la Administración Pública y la burocracia gubernamental eran muy caras”, explica Linnar Viik, ingeniero y economista de 53 años, y uno de los artífices de la apuesta estonia por la tecnología. “Queríamos hacer las cosas a nuestra manera. Diferenciarnos de la etapa que estábamos cerrando. Esa fue una gran motivación para impulsar la digitalización. En Polonia fueron los sindicatos los que dirigieron el movimiento pos-soviético; en Checoslovaquia, intelectuales como Václav Havel, y en Estonia, una mezcla de músicos, poetas, escritores y científicos. Los ingenieros estuvieron muy cerca de la creación de leyes y de la Administración”.
En el sistema estonio, los ciudadanos son los únicos propietarios de sus datos ‘online’. Consultarlos sin razón constituye un delito
Burlando las prohibiciones soviéticas, un año antes de la independencia, la disidencia ya había empezado a construir un registro de la población. El sistema era rudimentario y, al principio, no era extraño encontrarse con números duplicados, pero ese fue el germen del código que posteriormente identificaría a los ciudadanos de la República de Estonia. Los primeros pasaportes de la nueva nación se emitieron en 1992, y cuando, una década después, llegó la hora de la renovación, el Gobierno aprovechó para dar un paso más y entregó la tarjeta de identidad con un chip electrónico para acceder a sus servicios en la Red. Hoy el 99% de los trámites oficiales —un total de 1.789— pueden realizarse en cualquier momento: el portal gubernamental está abierto las 24 horas de los siete días de la semana. Solo las operaciones inmobiliarias, casarse o divorciarse exigen su presencia física. Los estonios tan solo necesitan una conexión a Internet para votar, renovar su carnet de conducir, consultar las recetas médicas, presentar reclamaciones por importes menores a 2.000 euros, hacer la declaración de la renta, impugnar una multa de tráfico, cambiar la dirección de su domicilio, registrar una empresa, firmar documentos, ver las notas de sus hijos y comunicarse con los profesores, acceder a su historial médico… Y sus gobernantes predican con el ejemplo: el papel desapareció de las reuniones del Consejo de Ministros en el año 2000 y el primer ministro estampa su firma digital en una pantalla para que las leyes entren en vigor. Ventajas de disfrutar de e-Estonia, un ecosistema eficiente, transparente y seguro que se ha convertido en un ejemplo mundial. El 70% del PIB se nutre del sector servicios, y aquellos relacionados con las tecnologías de la información y la comunicación son los que más aportaron al crecimiento de la riqueza nacional en 2016. Además, esta digitalización, presumen, les supone un ahorro del 2% del PIB anual en salarios y gastos. Y no se cansan de repetirlo: si ellos han construido una sociedad digital, cualquiera puede hacerlo. Ese fue el mensaje que lanzaron durante su reciente presidencia del Consejo de la Unión Europea. La innovación no puede ser patrimonio exclusivo del sector privado, los Gobiernos no pueden quedarse atrás, así que basta de excusas. No es una cuestión de dinero. Tampoco de tamaño. Tan solo se necesita voluntad política.
Estonia, el primer país digital del mundo
Estonia, el primer país digital del mundo
De arriba a abajo, Siim Sikkut, 'chief information officer' del Gobierno estonio, Kaspar Korjus, director del programa de residencia electrónica, y Sergei Kagalo, médico anestesiólogo del hospital North Estonia Medical Centre.
De arriba a abajo, Siim Sikkut, 'chief information officer' del Gobierno estonio, Kaspar Korjus, director del programa de residencia electrónica, y Sergei Kagalo, médico anestesiólogo del hospital North Estonia Medical Centre. 
El 27 de abril de 2007 Estonia retiró una estatua de bronce del centro de Tallin. Erigida en 1947 para conmemorar a los soldados soviéticos caídos en la Segunda Guerra Mundial, simbolizaba un pasado de ocupación, así que se reubicó en un cementerio militar a pesar de las advertencias rusas: el traslado, reiteraron, tendría consecuencias “desastrosas”. Y así fue. Unos días más tarde, los estonios no pudieron acceder a las webs del Gobierno, los principales periódicos, las universidades o los bancos. El país era víctima de un ciberataque (y el Kremlin negaría posteriormente toda implicación en el asunto). Linnar Viik, que ahora asesora a Gobiernos en materia de transformación digital desde la e-Governance Academy, recuerda una war room con ingentes cantidades de agua, cítricos y café donde trabajaron, sin tregua, funcionarios, profesores universitarios, estudiantes de doctorado y empleados de compañías privadas. “¿Todas estas personas tienen el visto bueno de seguridad?, nos preguntó el ministro de Defensa al asomarse a la sala. ‘No, pero tienen la competencia digital necesaria para solucionar el problema. Por favor, déjenos trabajar”. A Viik se le dibuja una sonrisa. En ese preciso instante, dice, muchos entendieron que el mundo había cambiado. El Gobierno salió airoso, todo volvió a la normalidad y, desde entonces, Estonia se ha convertido en una referencia en materia de ciberseguridad: en 2008 se inauguró en Tallin el Centro de Excelencia de Cooperación en Ciberdefensa de la OTAN, y el año pasado el país báltico anunció la creación de la primera “embajada de datos” en Luxemburgo. Es decir, en caso de sufrir un nuevo ataque, tendrán una copia de seguridad de todo su Estado a buen recaudo y el país podrá seguir funcionando sin interrupción. Según Andre Krull, CEO de Nortal, una compañía que ha colaborado estrechamente con la Administración Pública para desarrollar, por ejemplo, el censo o el sistema de recaudación de impuestos, “esa crisis, y otras posteriores, nos han ayudado a madurar. Hace una década abríamos cualquier enlace que nos enviaban por correo electrónico, pero ahora todos entendemos que hay que tener una cierta higiene cuando nos conectamos a la Red. Esta es la realidad de vivir en una sociedad digital”.
Birgy Lorenz sacude la cabeza al recordar la derrota: el equipo estonio quedó quinto en las ciberolimpiadas que se celebraron en Málaga el pasado noviembre. No les falló la tecnología, sino la presentación. “Nos pasa siempre. Los estonios nos extendemos demasiado”. Ella no va a cometer el mismo error. Recorre a paso ligero los edificios del colegio público Pelgulinna en Tallin, donde es responsable de desarrollo de las tecnologías de la información (TIC) desde hace 17 años, y solo se detiene cuando le falta el aliento. “La cifra de alumnos, entre los 7 y los 18 años, es de 960 y somos un total de 65 profesores. Hay wifi en todas las instalaciones y, aunque sea hora de entrar en clase no oiréis el timbre, cada alumno debe ser responsable y llegar puntual. Enseñamos ciberseguridad, robótica y programación, tenemos un laboratorio de drones, utilizamos impresoras 3D y ahora estamos buscando financiación para las clases de realidad virtual y aumentada. Aquí no hacemos hincapié en las habilidades digitales porque ya forman parte de nuestra vida diaria y tampoco son lo más importante: nuestros pilares son las artes, el deporte y la tecnología”.
Ser un estado plenamente digital supone un ahorro a Estonia del 2% de su PIB anual en salarios y gastos
Todoterreno, además de su trabajo en este centro y de dirigir el equipo de “futuros cibertalentos” estonios, Lorenz da clases de seguridad digital en la Universidad de Tallin. “Mi misión consiste en vigilar que ni profesores ni alumnos hacen un uso excesivo de la tecnología. La llegada de las pantallas ha hecho que, como docentes, debamos ser más creativos. Competimos con ellas, así que hay que darle vueltas a la cabeza para despertar el interés de los chavales”. Por ejemplo, en los suelos de los pasillos del Pelgulinna han pintado rayuelas para que, entre clase y clase, los alumnos despeguen la nariz del móvil y se animen a jugar.
El pueblo de Aegviidu está a 45 minutos en tren desde la estación central de Tallin. Abandonar la capital, donde se concentran 450.000 habitantes, supone sumirse, en cuestión de minutos, en un paisaje solitario: Estonia tiene la extensión de los Países Bajos, pero mientras en el territorio holandés habitan 17 millones de personas, en el de la centenaria república báltica tan solo 1,3 millones. En el breve trayecto que separa la estación de tren de la casa de su vecina Maris Joona, Erica Ader enumera los servicios de esta población de 715 habitantes: escuela, iglesia, tienda de ultramarinos, gasolinera, biblioteca… “Esta última es importante porque ayuda a muchos mayores a quienes los trámites online se les hace cuesta arriba”, explica. El 88% de los estonios navega por Internet a diario y el 87% de la población entre los 16 y los 74 años se conecta al portal gubernamental. La brecha digital está superada. Y en los planes de la presidenta, Kersti Kaljulaid —la primera mujer en ocupar el cargo y, a sus 46 años, también la más joven—, está también dejar atrás la que tradicionalmente ha separado al campo y la ciudad. En un par de décadas, creen, el trabajo en remoto permitirá que ya no haga falta mudarse a un centro urbano por motivos laborales. Y ese es un horizonte especialmente atractivo para los estonios. “Este lugar puede ser exasperantemente tranquilo. Pero esta es una forma de vida. Somos un pueblo al que nos gusta estar cerca de la naturaleza”. Traductora e intérprete —habla, además de estonio, ruso, inglés y finés—, Ader ahora está semirretirada, y tan solo da clases de idiomas por Skype. Joona, que trabaja en el departamento de marketing de la oficina de turismo de Tallin, está de baja de maternidad y su casa desprende un delicioso olor a bollos de canela. Ambas nacieron en esta localidad y solo se ausentaron para estudiar en la universidad. Tenían claro que la practicidad no era suficiente para echar raíces en la ciudad. Y ahora, con Internet siempre activo y el teletrabajo abriéndose paso, las incomodidades rurales son menos. “Quizás por eso cada vez más gente de mi generación decide volver a sus pueblos”, dice Joona.
La libertad geográfica es otro de los conceptos revolucionarios que abandera Estonia. Si para muchos trabajos solo se necesitará banda ancha, ¿por qué siquiera vivir en este país cubierto en un 51% por bosque en lugar de en una cálida ciudad bañada por el mar Mediterráneo? Pero este es un objetivo que reservan para un futuro más lejano. En el inmediato, desgrana Siim Sikkut, jefe de información del Gobierno estonio, “estamos centrados en simplificar los trámites entre Administración y ciudadanos y emprendedores. Ahora mismo la mayoría de esas interacciones se realizan online: entras en la plataforma, rellenas unos datos y listo. Pero queremos automatizar y agrupar esos procesos. Ser más predictivos. Por ejemplo, si una empresa permite que nuestra agencia tributaria tenga acceso a su contabilidad, nunca tendríamos que pedirle las declaraciones correspondientes. Obtendríamos la información de la fuente original y un trabajador no tendría que introducir los datos en nuestro sistema. O, cuando nace un bebé, en lugar de que sus padres vayan a cinco sitios distintos en nuestro portal, podríamos enviarles un correo diciéndoles: ‘¡Enhorabuena y muchas gracias por el nuevo ciudadano/a! Sabemos que ha nacido tu bebé porque el hospital ha introducido su nombre en el registro de población. Completemos los siguientes trámites’. Así lo solucionaríamos en una sola tacada. A eso aspiramos ahora mismo, pero requiere un gran cambio en la forma de funcionamiento de una Administración”.
La iniciativa estrella es la residencia virtual. Estonia aspira a ser a los servicios digitales lo que suiza es a los servicios bancarios
Estonia ocupa el cuarto lugar en el ranking de los países menos habitados de Europa —le preceden Malta, Luxemburgo y Chipre—. Y su población está en declive. Al menos, la física. Porque la digital no para de crecer. “La idea surgió en 2014. Entonces lo entendimos como un paso más en nuestro desarrollo tecnológico: ¿por qué limitar nuestros servicios a nuestros ciudadanos? Nos propusimos ser una sociedad sin fronteras y permitir a cualquier persona que fuera residente virtual de nuestra nación”, relata el director de esta iniciativa estrella, Kaspar Korjus, de 30 años, que recibe a las visitas ataviado con un elegante traje gris, corbata y zapatillas de andar por casa. “Es una costumbre muy de moda en las start-ups de aquí. Nosotros trabajamos para el Gobierno, pero también queremos ser cool”, bromea.

Cada semana se da de alta un mayor número de e-residents que niños nacen en los hospitales estonios. Ya superan los 30.000 y Estonia aspira a ser a los servicios digitales lo que Suiza es a los servicios bancarios. El documento de identidad digital trasnacional, que emite el Estado estonio al precio de 100 euros, no concede la nacionalidad, ni la residencia fiscal, ni permiso de entrada a Estonia o la Unión Europea. No es ni un visado ni un pasaporte. Es simplemente un instrumento creado para gestionar un negocio internacional de forma sencilla sin necesidad de pisar jamás Estonia. En estos momentos, los solicitantes proceden sobre todo de Turquía, Ucrania, el Reino Unido pos-Brexit, Japón y Corea del Sur. “Por ejemplo, el Gobierno surcoreano es un buen aliado porque entiende el valor de un programa como este que permite a sus ciudadanos exportar al mercado europeo y expandir su negocio. Además, Estonia es lo contrario a un paraíso fiscal: aquí todo es transparente porque toda operación deja un rastro digital”, precisa Korjus, que cierra los ojos para concentrarse en sus respuestas. Según Deloitte, en sus tres primeros años de existencia, la residencia electrónica ha reportado unos ingresos de 14,4 millones de euros para el erario estonio. “Facebook tiene 2.000 millones de usuarios en todo el mundo y nos parece normal. Pero ni siquiera nos planteamos que una nación pueda tener la mentalidad de una empresa y aspirar a esos números. Si Estonia puede atraer a miles de millones de usuarios, el impacto en su economía será enorme”.
Enclavado entre la costa y la ciudad vieja, Kalamaja fue el barrio de pescadores de Tallin hasta finales del siglo XIX, cuando el ferrocarril conectó la capital estonia con la vecina San Petersburgo. A partir de entonces, se transformaría en una zona industrial y, con el tiempo, ese terreno de casitas de madera —donde vivían los obreros— y fábricas ofrecería el escenario perfecto para alojar el distrito hipster de la ciudad. No falta un detalle: ni las galerías, ni las tiendas de diseño y cosmética orgánica, ni los mercadillos de fin de semana, ni los bares que sirven frías cervezas artesanales. Tampoco las start-ups.
“Europa del Este es muy distinta a Silicon Valley, pero tenemos algo en común: profesionales técnicos muy preparados”
En 2003 nació aquí Skype, la compañía que revolucionó las llamadas gratuitas por Internet y que en 2011 Microsoft compró por 8.500 millones de dólares. Los fundadores son el sueco Niklas Zennström y el danés Janus Friis, pero el soft­warelo desarrollaron ingenieros estonios y la compañía todavía mantiene en Tallin una de sus principales oficinas. Skype forma parte del orgullo nacional. “Generó un gran cambio de mentalidad. Después de Skype, muchos se animaron a estudiar carreras técnicas y lanzarse a emprender”, relata Ragnar Sass. Él fundó en 2007 United Dogs and Cats, un facebook para perros y gatos. La historia de su hundimiento salió en las noticias. “Fue uno de los primeros fracasos públicos de un emprendedor”. Después probó suerte con Pipedrive, una compañía que comercializa un software de gestión de ventas para pequeñas y medianas empresas. A la segunda triunfó. Y ahora, a sus 42 años, divide su tiempo entre aeropuertos y Lift99, un espacio de coworkingque fundó en 2016. “Hay que crear tejido y ayudar a que haya más empresas de éxito. Europa del Este es muy distinta a Silicon Valley, pero tenemos algo en común: un gran sistema educativo del que salen profesionales técnicos muy preparados”. Mientras Sass se extiende sobre el presente y futuro del ecosistema emprendedor estonio, a su lado, dormita su perro Riki. De fondo, una martilleante banda sonora: ya han empezado las obras para ampliar este espacio de grandes ventanales y salas diseñadas para seducir a su cosmopolita comunidad. Y a Instagram. Todas las fotogénicas estancias están bautizadas en honor a personajes de fama internacional (y con esta premisa, los estonios quedaban descartados: hagan el ejercicio, busquen un futbolista, director de cine, empresario o celebridad oriundo del país báltico) con alguna, por leve que sea, relación con el país: el periodista británico Edward Lucas, que fue el primer residente virtual de Estonia; Ernest Hemingway, que una vez dijo “ninguna dársena para yates está completa sin, al menos, dos estonios”; Chaikovski, porque el compositor ruso tuvo una casa de veraneo en Estonia, o Rodriguez, el cantante protagonista del oscarizado documental Searching for Sugar Man, que en una de sus canciones menciona a un arcángel estonio. A Obama, que confesó: “Tendría que haber llamado a los estonios cuando montamos nuestra web sanitaria”, le han reservado un pequeño cubículo destinado a hablar por teléfono. “Ahora viajo por todos los continentes y muchas veces ya directamente saludo diciendo ‘hola, soy del país de Skype”, relata Sass. “Espero que, dentro de poco, también podamos decir que somos del país de Taxify [un Uber local] o de cualquier otra empresa. Estonia está encontrando su lugar en el mundo”.

CIUDADANIA DIGITAL. Laro Lamtzev y Chiaro Beiguel.

ciudadanía digital NUEVA ZELANDA cantidad de usuarios que tienen acceso a Internet:   4 162 209 porcentaje de población:  96,8% Esta ...